En Dommo hacemos cocinas para vivirlas y disfrutarlas, adaptadas a las necesidades cotidianas de nuestros clientes, siempre con la calidad por bandera. Poder contar con una zona de lavado en la cocina, cómoda y práctica es esencial, ya que es un elemento que se utiliza con mucha frecuencia.
Según el espacio con el que contemos, existen varias posibilidades a la hora de integrar la zona de lavado en nuestra cocina. Lo más común y, en general, lo más práctico, es situar la zona del fregadero lo más cerca posible de la placa de cocción, ya que es lo más útil para poder lavar, escurrir o manipular alimentos de todo tipo.
Lo más frecuente es encontrarnos una pared de la cocina dedicada a tal fin, es decir, con la zona del fregadero y la placa de cocción integrados en el resto de muebles, tanto por la parte de abajo como por la superior. Normalmente, en la parte de arriba del fregadero se coloca el platero, para poder tener un acceso cómodo y práctico y permitir que pueda escurrir el agua, aunque con la amplia expansión de los lavavajillas en los hogares actuales, cada vez se da menos ese proceso de lavar a mano.
También existe la posibilidad, siempre que el espacio lo permita, de diseñar una cocina con isla y situar en esta la zona de lavado y cocción. Sin duda es una opción sumamente estética y que impresiona nada más verla, pero también es cómoda y práctica, ya que ofrece una gran libertad de movimiento y superficie de trabajo.
Para nosotros, la satisfacción de nuestros clientes es nuestra razón de ser. Por eso nos esforzamos día a día y seguimos innovando para incorporar los mejores materiales y técnicas del momento a nuestros procesos de diseño y fabricación de cocinas para vivirlas. ¡Hasta pronto!